El estudio de 72 galaxias distribuidas en un radio de 3.500 millones de años luz alrededor de la Tierra acaba de tornar completamente lo que los astrónomos creían saber sobre el tamaño que pueden alcanzar los agujeros negros supermasivos que albergan en sus centros. El trabajo revela, en efecto, que estos auténticos "monstruos espaciales" son capaces de crecer mucho más, y mucho más deprisa, de lo que se esperaba.
Gracias a los datos recopilados por el Telescopio de rayos X Chandra, de la NASA, un equipo internacional de astrofísicos ha logrado detectar a los que probablemente sean los agujeros negros más grandes jamás descubiertos hasta ahora. Gigantes espaciales que, además, son capaces de crecer incluso más rápido de lo que lo hace la tasa de crecimiento de estrellas en sus respectivas galaxias.
El hallazgo nos ayudará a comprender mejor cómo evolucionan las galaxias, que son los componentes básicos de nuestro Universo, pero deja en el aire una intrigante pregunta: ¿Cómo pueden estos agujeros negros llegar a ser tan increíblemente masivos?
Los investigadores calcularon las masas de los agujeros negros analizando sus emisiones de ondas de radio y rayos X. Y los resultados mostraron que eran aproximadamente 10 veces mayores de lo que se esperaba encontrar según los cálculos previos. Además, se toparon con la sorpresa de que que casi la mitad de los agujeros negros estudiados eran al menos 10 mil millones de veces más masivos que el Sol.
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